Sullivan Fortner Trio

Como pianista, Sullivan Fortner es un maestro en cambiar de ritmo. Pasó años como miembro clave del quinteto del trompetista Roy Hargrove. Él y la sensación vocal Cécile McLorin Salvant actúan regularmente en conciertos grandes y pequeños, pero sobre todo como un dúo incomparable.

El año pasado Fortner lanzó el poderoso álbum en solitario Solo Game (Artwork) con gran éxito. Este año, los críticos reconocen su trabajo como líder de un nuevo proyecto, otorgando el título de Rising Star Jazz Group al Sullivan Fortner Trio. En una conversación telefónica con DownBeat, el líder de la banda revela qué hace que su último conjunto con el bajista Tyrone Allen y el baterista Kayvon Gordon sea tan excepcional.

Fortner dice que el formato más reducido del trío permite una mayor libertad, tanto conceptual como improvisacional. Con menos elementos que considerar, la imaginación colectiva del grupo es el único límite a su exploración musical.

“Una de las ventajas evidentes es que puedo controlar la melodía y cómo se toca,” dice. “Pero lo genial de tocar en un trío es que hay menos aportes, lo que deja más espacio para crear.”

Fortner y sus dos colaboradores no tienen problema en llenar ese espacio con “diferentes escenarios divertidos,” como los describe Fortner. Divertido, en este caso, significa dejar de lado lo previsible, y admite que suele poner a prueba a Gordon y Allen en el escenario.

“Soy muy exigente porque siempre cambio las cosas — pero eso deja mucho margen para que sucedan cosas en un trío,” dice.

Sumando al desafío, Fortner no permite partituras en estos conciertos, un enfoque que podría no funcionar tan bien con un grupo más grande o un cantante (con la excepción de Salvant). Además, Fortner prefiere mantener el sonido lo más espontáneo posible y a menudo usa la prueba de sonido del grupo como un “mini ensayo” para el set que viene; a veces incluso introduce canciones no planeadas durante el concierto. (En estas situaciones, las líneas de visión son importantes, dice, así que siempre coloca a la banda “bastante cerca,” permitiendo a Gordon y Allen ver bien su mano izquierda.)

“Enseño todo al trío de oído. Solo digo: ‘Esta es la canción — escúchenla y busquemos un groove que funcione.’ Eso es todo. Y luego simplemente la tocamos en el concierto,” dice.

La dirección de Fortner, que exige precozidad a sus músicos, aporta un sonido crudo e impredecible al grupo mientras se adentra en lo esencial de la música que interpretan. No sorprende que sea cuidadoso al elegir las canciones para el trío; mientras que los estándares del songbook podrían ser la norma en otros grupos muy improvisatorios, Fortner prefiere originales, buscando evitar canciones demasiado conocidas para el público (“a menos que sea una balada,” aclara).

Para estos originales, Fortner encuentra ideas en todas partes: arias operísticas, ciclos de canciones clásicas, blues lentos, funk animado, góspel entusiasta, todos los subgéneros del jazz — incluso jingles televisivos. Ninguna de sus elecciones compositivas es al azar; con este eclecticismo quiere hacer un punto.

“El objetivo es empezar a romper las barreras de género,” explica. “Estoy tratando de disipar todas estas reglas y decir: ‘Miren estas canciones solo como canciones y la música solo como música. Ensúciate las manos con deconstruir cosas, con reconstruir cosas.’ Definitivamente nos divertimos mucho.”

Programa y reparto

Sullivan Fortner: piano
Tyrone Allen: bajo
Kayvon Gordon: batería